Efectivamente cierto aquello de que Sergio Romero, alias "me convertí en héroe pero estoy más para un solteros contra casados que para la primera de Boca", es un ex jugador.
Pero sería de una injusticia horrenda echarle toda la culpa a Le Petit, gran padre de familia.
Allí, a metros en su posición de yeso al estilo Batista en el 90, está Facundito.
Facundito está duro. Parece petrificado frente a una góndola vacía en cuyo vértice intenta sobrevivir a un cartelito de "precios justos".
Roncaglia vacila al ver que las papas están a 400 el kilo pero... brillan por su ausencia. "Hasta las negras a granel brillan" piensa Roncaglia justo cuando Boselli mete la media tijera y a cobrar.
Y Valentini hace compañía.
Testigo inmejorable, el gringo Valentini.
Solo "zafaroni" en todo éste fucking zafarrancho, el Colo Valentín Barco.
Acaso, lo suficientemente joven como para arropar su juego con una dosis de irresponsabilidad maravillosa.
Va al frente como loco el Colorado Barco. Y en ese sentido, lejos de molestarse, uno de los pocos que debe haber inflado el pecho cuando el recién llegado Jorgito Almirón, alias "oigan boludos, yo no soy mago, a ver si se ponen las pilas", les dijo que dependía de ellos.
Almirón puede ser la suma del saber, pero no es mago.
Menos aún es el Doc Emmett Brown, que podía viajar en el tiempo ó meterlo a Michael J. Fox (Marty Mc Fly) en el De Lorian para yirar y traer a aquel de los penales contra Holanda (en ese momento, Holanda).
Aquel Petit Romero bajo los tres palos en la Bombonera, sábado de tarde. Quién pudiera...
Otro que está jugando como un muerto caminante es Darío Benedetto, alias "yo pintaba para Benzemá pero soy su versión orgullosamente trucha de La Salada".
Algo pasó con Benedetto. Pero solo él lo sabe. Pólvora mojada y enojo -casi- permanente. No se entiende con los compañeros pero tampoco puede resolver cuando de él y solo de él, depende.
Y entonces Boquita Coracao (con cedille la c, no la tengo en el teclado, sorry), tiende a volverse una lágrima. Y empieza a acumular récords (negativos) que son festejados por Mauricio Macri, alias "fui yo bolú, el que le armaba el equipo y la táctica a Bianchi".
Macri gritó al estilo "no se inunda más!!!!" cuando Boselli la mandó a guardar a 5 minutos del final en la Bombonera. Porque está jugando ese partido contra Román, alias "yo gano 95 a 5".
Al mismo tiempo Yael Falcón Pérez deja a todos mis colegas periodistas futboleros tumba culito cuando les recuerda que no daban dos mangos por Scaloni.
También se puede equivocar, obviamente. Aunque, si el "crítico" resulta ser el Kun Aguero, puede que Yael Falcón Pérez termine muerto, pero de risa.
Aguero, alias, "quién se quedó con la plata de mi pase en Independiente aparte de mi Viejo que embolsó 15 de los 30 palos verdes, ahh?" es la nueva estrella de la crítica en la señal de Jota Cé, Neo en The Matrix.
El "factor de presión" Le Grand Botón Oscar Alfredo Ruggeri ha evolucionado: ahora es el Kun Aguero.
Programa cómico cotidiano. Gracias Argentina!
Y Micho gritó el gol en el minuto 96. El guaso (sinómino de chango, pibe, fierita, etc en cordobés básico) le ganó al teutón cuando Solari dió el pase a la red en Rosario. Y gritó entonces el quisto (sinónimo idem).
Hizo bien. La sobreactuación de su "condición teutona" que vive por encima de los mortales de ésta parte del mundo lo pone al borde del ridículo, solo superable si gana el 100 por ciento de lo que juegue. Y eso, debe recordar el teutón, no lo consigue nadie.
Ni Pep que hace popó con olor.
