martes, 15 de marzo de 2022

LIONEL EN SU (TRANQUILO MA NON TROPPO) LABERINTO. UN ÚLTIMO ESFUERZO PARA LLEGAR (Y GANAR) EL MUNDIAL, SU BALA DE PLATA.

El tipo sabe que es pasado. 

Todo lo que está sucediendo es, podría decirse, inercia de talento. 

El talento va muchas veces incluso por encima de la voluntad. Para colmo, el talento de su mente, obra por los otros aún cuando los otros no terminan de enterarse.

Por eso ese reproche a Marco Verratti en la noche fatídica de Madrid. 

Cómo el tipo -Verrati- no pudo pensarlo y resolverlo? 

Él, Lionel, estaba allí, marcándole el camino exacto como cuando el avión se está yendo al carajo y ves las lucecitas en el piso. Vade retro.

El problema es que solo los futbolistas no terrenales (él, Diego, Johan, Ronaldo, Cristiano y meté en la lista a quien prefieras), ven con la intuición. 

Ellos, los dioses más humanos, conservan el viejo y querido "ojos en la nuca".

Más, esos tipos ven con el olfato.

Marco Verratti no.

Cuando Verrati, un terrenal (muy bueno pero terrenal al fin) se dió cuenta, la pelota estaba fuera de juego.

Y comenzaba otro tiempo. 

El tiempo de desandar los sueños parisinos de los Jeques podridos en guita. 

Los hinchas son iguales en todo el mundo. O se parecen muchísimo.

Perdieron. 

Entonces que el fucking Jeque se vaya a la -diría un cordobés- reverenda bosta! 

Él y todos quienes lo rodean. Que se vayan todos, que no quede uno solo.

Zafaroni Mbappé. Y cómo no. El morocho estuvo allí siempre y siempre, rompiéndola. Y los sacó, a todos, los hizo a todos, campeones del mundo. Cómo no va a zafar? Si lo puteaban a Mbappé, pues, había que desterrarlos.

Pero vuelvo: son todos iguales.

Ganas sos Gardel.

Perdés y sos Cochería. Aquí y en la China. Y los parisinos son iguales. Ya demostraron su condición de "iguales" los catalanes cuando envejeció (perdiendo) el Barcelona imbatible por años.

Se sacaron de encima a todos. Empezaron con Luisito Suárez (grave error) y siguieron con Lío and demáis. Que lo quieren de vuelta? Verso.

Lio anda su propio laberinto camino a Qatar.

Solo, queda claro, no se puede.

Y con un cuarteto fantástico de la mitad de la cancha para adelante, tampoco.

Ha sido a lo largo de más de 15 años, el primero en saberlo. Comió mierda diría el Jefe Mascherano, durante todo ese tiempo hasta que fue COMPLEMENTO de un equipo construido en DOS años (2019-2021) y pudo dar la vuelta en Brasil.

Nada más, nada menos.

Tiene, el tipo, el cuero curtido lo suficiente como para que el "desastre en Madrid" apenas lo afecte.

Y sabe que, más allá del Negocio, él desanda el mínimo (MÍNIMO) futuro que le queda: Qatar a fin de año.

Luego mandará todo al carajo.

Y quizá -ojalá- pueda disfrutar. 

Nuestro vínculo con Lionel tiene 15 de historia en el pasado y en contraste, apenas 10 meses por delante. 

Quién te dice nos regala una inmensa alegría antes de Navidad.

Y sino, estará más que bien.

El que lo ha odiado todo éste tiempo se lo perdió. Que se joda por boludo.