miércoles, 22 de agosto de 2018

RICARDO RICKY CENTURIÓN, QUE LA VIDA TE RÍA Y CANTE! Publicado en Jornada del CHUBUT el martes 21 de Agosto.

Está rompiendo la taquilla en los cines de la ciudad de Buenos Aires, la historia de un asesino serial. El más letal de la historia. 
Algunos Críticos se han indignado por la "angelización" que se produce de tan -chillan- abyecto sujeto. El propio condenado se indigna, por su parte,  porque la ficción lo pone en "tensión sexual" con otro hombre, el que personifica el hijo de Ricardo Darin, el Chino. 
Asesino sí, gay jamás.
¿De qué lado se pone en público?.
Normalmente, si vive en la Argentina, del "Matador" porque parte de la premisa de que la Fuerza (cualquiera) está corrupta.
En el fútbol siempre ha habido "malditos". 
Pero puesto a competir el "maldito" con el dirigente, sale ganando...¡el maldito!.
Al momento de escribirse éstas líneas vox pópuli vox dei ya ha levantado el pulgar para Ricardo Ricky Centurión, la Fiera talentosa que se propone hacer historia con el Racing del Chacho Coudet luego del triunfo ante Vélez.
¿Cuál ha sido el pecado de Ricardo?.
Beber.
Es decir, llegar "tomado" a la práctica.
A punto de no poder hacer pié bien como para entrenar o menos aún, jugar los 90 minutos.
Entonces el Chacho lo saca.
Ricky sabe que el DT tiene razón. 
Y aunque "pone caras", sale del equipo.
En medio aparece el "voto-clase-media-que-se-vayan-todos-salvo-que-salgan-campeones-en-cuyo-caso-todos-se-quedan-y-son-gardel-y-los-guitarristas" personificado en el Presidente Víctor Blanco y lo "manda en cana".
Es decir, le dice a las audiencias, que Centurión bebe.
Las audiencias caen con virulencia sobre Centurión. Hasta se mete un hincha del eterno rival al que nadie pidió opinión para señalar con dedo acusatorio al talentoso volante y, obviamente, subirlo a las redes.
Un ortiba de vocación, por llamarlo de algún modo.
Permítanme poner mi propio mojón en éste asunto: beber, comer, hacer running, igual que drogarse hasta la mismísima auto-destrucción, es un acto privado. En tanto mi conducta no pone en riesgo la vida de los demás (la mía, claramente sí), está en mis Derechos.
Es mi propio riesgo (es el máximo riesgo para Centurión, entiendo), perder el trabajo, la familia, los afectos, si decido transitar el camino de la auto destrucción.
Pero no hay nadie, ni nada (ni Dios, sea el que fuere), que me pueda limitar.
Debo ser yo quién dé el primer paso para detener la auto-destrucción.
Claramente puedo apoyarme en cualquier terapia o creencia.
Pero hay un acto privado inicial que, de no hacerlo yo mismo, nadie hará por mí.
Ricky Centurión puede hacer con su vida privada lo que quiera. 
Incluso destruirla.
Aquellos que disfrutamos de su juego sentiremos una inmensa pena.
Pero no podremos ir mucho más allá.
Blanco "salta" porque tiene responsabilidad capitalista para con el Club y para con los socios. Y tiene derecho a poner el grito en el cielo.
El Chacho "banca" porque sabe que es el modo de preservar ese Capital humano y laboral que es, para él, el futbolista "problemático".
El jugador, vuelto a la tranquilidad, le termina dando la derecha al entrenador cuando se pone a disposición en un 100 por ciento de sus posibilidades.
El círculo se cierra para bien en éste caso.
Y por ahora.
La pelea contra las adicciones (no sabemos si para Ricky, el tema de beber tiene esa gravedad o está mucho más cerca de su propio control), termina el último día de nuestras vidas.
Del mismo modo que no podemos asegurar que "somos felices" sino hasta el final, solo se puede ir ganando el día a día cuando azota un demonio en forma de alcohol o lo que sea.
Uno se va a dormir por la noche con la certeza de que -ese día- no cedió.
Los yanquis dicen: "hoy estoy limpio".
Como en un presente perpetuo.
No hay otra.
Los de afuera, además de palo, podemos asistir con la mirada.
Pero no podremos influir.
Tendremos menos voto y menos voz que las que tuvo Little George Sampaoli con el equipo argentino en la ya lejana Rusia 2018.
Rusia 2018 que el desarrollo de la Superliga nos hace extrañar sobre manera.
Pero ese es otro asunto.
Vuelto a Centurión me gustaría decirle a ese singularísimo y tan fino como exquisito futbolista, que hay tiempo y lugar para todo en ésta vida. 
Que "romperla" en la cancha de ninguna manera debería impedirle "joder" como dios manda.
Que son compatibles ambas cuestiones: jugar bien y pasarla bien.
Solo que no hay "dormirse" en los excesos.
No quedarse a vivir en los excesos.
Los excesos están para ser disfrutados inestimable Centu.
Pero quedarnos allí nos puede matar.
Formo parte del grupo de futboleros que se quedó con las ganas de ver al volante y al que llamamos en ésta misma columna el quinto Beatle, Lautaro, en el Mundial.
Es muy poco probable que hubieran podido modificar algo de lo que fue.
Pero allí nomás está Qatar 2022 (ó el país que la Fifa elija si es que tumban al organizador; deberían buscar ayuda en algùn cuaderno del sargento Centeno o en los Tribunales de Comodoro Py, aquì en la Argentina y se los llevan puesto en un periquete).
Pero solo Centurión podrá domar a Centurión.
Brindo (sin ninguna ironía) porque ésto suceda. 
¡Que vivan el Champagne y las mujeres, querido Ricardo, (en Córdoba decimos ¡que viva el Papo!), pero que no gobiernen!

martes, 7 de agosto de 2018

MI PADRE, SU HIJO. Publicado en Diario Jornada el martes 7 de Agosto


Millones de personas han visto (solo en nuestro país) la historia (una historia triste, una historia de m… diría el Negro Fontanarrosa) de Luis Miguel y su padre: ese sujeto que reúne todas las características (compra todos los números, dirían en el rioba), de un paràsito.
Un sujeto que vive a costa del otro: su padre.
EL TIPO a quièn uno (en tanto hijo) tiene el mandato de amar.
¿Se puede odiar a quien se debe amar?.
Joder Tìo, dirían los gaitas, a que te vienes con todo el follón.
Pienso en la historia de Luis Miguel y su padre mientras sigue en silencio al momento de escribirse estas líneas, Lionel Messi, tras el fracaso aùn doliente de Rusia 2018.
Para colmo, el Kum la manda a guardar desde donde se le ocurre y suma un título más para Guardiola y el City y el “Fideo” Di Marìa la cuelga como el mejor de todos los tiempos para que el PSG sume una copa más. Todo en menos de 24 horas.
Estamos destinados.
La van a romper en sus equipos y harán apenas lo que les sale con el seleccionado argentino de fútbol. Es lo que nos toca transitar.
Es lo que les toca transitar.
Sufren (sufrieron en Rusia especialmente, aunque también en las finales), con la celeste y blanca.
La vida les ofrece todo con CUALQUIER otra camiseta.
Pero quiero volver al tema del mandato.
“Messi con la camiseta argentina es mío, Messi con la camiseta de Barcelona es de los catalanes, Messi desnudo es de su papà Jorge”.
Me lo dijo Julio Humberto I de Viamonte en alguna de las pocas charlas (pero fantásticas) que recuerdo con el Ex Vicepresidente del Mundo.
Extraño al viejo Julio dicho sea de paso.
¿De què podría hablar con Angelici?. ¿De bingos?.
Por edad yo podría calificar como un hijo que vino (como decían los viejos de antes), de rebote.
Pero más de una vez me tratò como se trata a un adversario (todos los periodistas somos en algún punto adversarios de los dirigentes-protagonistas de todos los asuntos).
Eso me hace sentir orgulloso de èsta profesión.
Respetado como un adversario (aunque quiero aclararles, no me diò el pinet).
Pero dijo eso Julio.
Hablando de Messi.
No usò “desnudo” precisamente. Dijo “en bolas”. “En bolas, es de su papà Jorge”.
Tremenda definición si uno la piensa un poquito. Messi, “en bolas” se vuelve casi un objeto.
Un objeto que cotiza en cientos de millones de euros.
Para el papà Jorge y para, por ejemplo, la marca de las tres tiras que AUSPICIA (entre otros) a Messi y al Seleccionado Argentino de Fútbol.
Messi gana su sueldo multiplicado varias veces con la marca.
Pero (y es aquí en donde empieza a jugar la cuestión capitalista del dinero perenne, con los deseos del futbolista en relación con el seleccionado argentino), su acuerdo con Adi Dassler (el hermano de Rudolf, fundador de Puma, la otra marca), INCLUYE la foto con el equipo nacional.
Messi tiene que jugar en la selección.
No es que puede ser convocado o no.
O al revés: no es que Messi puede irse (renunciar) como amagò después de la Copa América Centenario. No. O sí.
Pero èl, Lionel, pierde una tonelada de dinero.
No la necesita, claro.
Pero su padre no parece dispuesto a perder un solo euro. Pensemos que casi va en cana Lionel por los manejos de Big George con el fisco español.
Y también “juega” en el asunto, el interés de la AFA.
Claudio Tapia quiere a Messi adentro. Pero no solo por las cualidades del jugador. Ya se ha dicho muchas veces que “la selección vale 1 palo SIN Messi y 1 palo y medio CON Messi”. Hablando de partidos amistosos por ejemplo.
¿Y Messi?.
¿Sigue interesado en jugar para la Argentina?. ¿Fue pura inercia de Brasil para acà, incluyendo Rusia?. ¿Tiene la libertad necesaria -el jugador- como para tomar una decisión?
Messi comunica un estado de ánimo cuando viraliza el momento en el que “marea” a su perro; su club, el Barcelona, comunica a su vez el rostro en primer plano del rosarino acompañado de los amigos de casi toda la vida cuando vuelven a los entrenamientos del bleugrana. Se lo ve feliz en ambos casos. Con el perro, con sus compañeros-amigos, en casa.
Exactamente todo lo que no puede vivir cuando cumple con los contratos y con el Mandato paterno.
Por eso sigue siendo una incógnita el futuro del 10 en el equipo. Muy por encima de si será Pochettino o el Cholo o el candidato de Macri, Almiròn, el futuro DT.
Si no sigue es que Lionel ha decidido que su padre ya no manda, que ha sido suficiente. En español, para irse del equipo primero debe mandar al papá “a tomar por culo”. No será fácil aunque puede ser liberador.