martes, 18 de diciembre de 2018

TE JURO QUE LO QUE ESTÁS VIENDO NO ES VERDAD. RIVER ANTE EL GRAN DESAFÍO POST RESACA DE ETERNA ALEGRÍA. SE SIENTE, SE SIENTE, ROMÁN PRESIDENTE. Publicado el martes 18 de Diciembre en JORNADA del CHUBUT

Dicen los infieles de la vida que hay que negar hasta cuando te “pescan” in fraganti. ¿Cómo harán los futbolistas de River y su cuerpo técnico para no llegar éste martes frente al Al Ain y eventualmente el sábado contra el Real, con la “resaca” del triunfo más importante del que tengamos recuerdo?
¿Alguien podría hacerle un reclamo si se “comieran” 3 éste mediodía?.
¿O si cayera contra el “accesible” Real Madrid?.
Tengo la impresión que no.
Es decir, Gallardo, Martínez, Quintero saben que son los protagonistas del hecho más importante en la historia del club.
Pero tienen que convencerse de que podrán comenzar a relajar los músculos a partir del próximo sábado a la noche. No antes.
¿Podrán?
Y aquellos que, “alla” Juan Román Riquelme intentan meter una cuña en relación a los recuerdos y Ese partido contra Belgrano, habría que recordarles que nuestro cerebro tiende a quedarse con los buenos momentos, a dulcificar la historia.
No solo eso: a veces hacen falta años para digerir, entender, aceptar y gritar una verdad cuando hablamos de un trauma.
Sobran ejemplos en la Argentina de nuestros días en la lucha –irreversible- que con características de Revolución, llevan adelante nuestras mujeres.
Los recuerdos no necesariamente son los hechos. Son lo que decidimos recordar.
La caída contra Belgrano y el posterior descenso resulta una minucia frente al 3-1 propiciado en Madrid hace poco más de una semana a Boca.
Un punto en el espacio.
Y por otro lado, cada uno tiene derecho a atesorar del modo que prefiera las circunstancias vividas.
Pero Román juega para la tribuna y especialmente, para los socios que pueden votarlo apenas haga el anuncio correspondiente.
Angelici apostó todo a los Escritorios. Pero se encontró con un problema: él no los manejaba. Ni los de la Conmebol ni mucho menos los de la Fifa.
Aún contra-fáctico, con Julio Humberto I de Viamonte, esto jamás habría pasado.
Se jugaba en River, no duden.
Pero Angelici, el inminente extinto, acaso empujado por los propios y por la bronca acumulada desde el episodio “Panadero”, decidió jugar un pleno al 17.
No se escuchó “Negro, el 17”, sino CERO.
Y el presidente de Boca se transformó en un “hombre muerto caminando” como anuncian a los condenados en Texas.
El problema de los poderosos es que a veces la vida los pone frente a otros aún más poderosos: Angelici acaba de comprobarlo.
Riquelme por su lado, maneja los tiempos políticos “del patio de su casa” como el más experimentado y profesional de los Políticos.
Hará su partido homenaje-despedida con el beneplácito del macrismo-angelicismo para en ese mismo momento lanzar su candidatura. No debería sorprendernos un gesto de éste tipo. No de Juan Román.
Digamos de paso que reúne todas las condiciones formales para ser candidato. Y para oficializarla tiene hasta 60 días antes de la elección, prevista para Diciembre del 2019.
¿Será con Macri reelecto?. ¿Con CFK al mando nuevamente o con un “tapado” que aún no tenemos en cuenta?
En fin, delicias de la Argentina con 50% de inflación anual y 35% en los niveles de pobreza.
Boca transcurre su devenir crítico a la búsqueda de un entrenador que tenga características casi de un Mesías para olvidar el irreparable daño de Madrid.
Gallardo por su lado, debe trabajar en lo que ha llamado “bajar la euforia”. Ha vivido en carne propia como jugador el traspaso de la alegría que parece eterna para jugar un partido camino a más gloria.
Me viene la imagen de Daniel Alberto, alias “el káiser se quedó en Buenos Aires” con su adláter Tolo Gallego rodando cual escena de “dulce amor” en el verde césped de Marsella apenas eliminado el equipo inglés de la Copa del Mundo francesa en el lejano 98.
Faltaba una eternidad, pero festejaron como si correspondiera dar la vuelta olímpica.
Serían “cochería” unos días después contra los holandeses con cabezazo de Orteguita incluido.
Gallardo era uno de los elegidos de Passarella. Hasta le cargó en un momento determinado, con llevar la número 10 de Diego, sacado del medio por una invitación a la Rinoscopia.
Aquella vez, Argentina no pudo “trabajar sobre la euforia” y perdió.
River, que acaba de escribir una página que parece imposible de superar (¿ustedes imaginan otra final en Santiago el año próximo?),  tiene la chance. Solo deben esperar hasta el sábado para ser estatuas de Oro.

martes, 11 de diciembre de 2018

TRES GOLES ARRIBA ES LA DIFERENCIA DESDE HACE UN AÑO ENTRE RIVER Y BOCA SOLO DISIMULADA POR EL ESTADO DE GRACIA DE BENEDETTO. GAGO, EL LESIONADO ETERNO, NO PUEDE SER TU PRIMERA ALTERNATIVA. Y LOS ARQUEROS NUNCA SALVARON A LOS HERMANOS MACANA. CRÓNICA DE UN FINAL ANUNCIADO (con el diario del martes). Publicado el 11 de Diciembre en JORNADA del CHUBUT.

Es cierto que Jara metió un remate a dos minutos del final en Madrid digno de un cuento del Gordo Soriano. Obviamente no fue gol.
Pero rozó el palo como para que alguno volviera a mencionar aquello de “fútbol, dinámica de lo impensado”, la coartada perfecta para explicar cuando te ganan.
Los Macanas Brothers murieron con las botas puestas. Armaron un 4-3-3 solo explicable a partir de la debilidad física y anímica de quienes habían sido claves para llegar a la final eterna de Madrid.
Benedetto dio por suficiente su tarea en la final luego de su gol maravilloso y su lengua de Kiss que se apresuró a sacar cuando faltaba una eternidad.
Pidió el cambio cuando sintió que debía elongar el gemelo. Se fue trayendo el recuerdo del Pato Abondanzieri en aquel partido de Berlín contra los alemanes.
Tanto al arquero como a Benedetto habría que recordarles que situaciones como las vividas el inolvidable domingo, obligan a que, de salir, sea en camilla.
Son decisiones, diría Miguelito Russo. No habrá oportunidad de reparar la cuestión.
Ábila no podía acelerar. Y los “abastecedores”, Pavón y Villa, están “verdes”. Les falta madurar. Pavón fue el Pavón del seleccionado en Francia.
Y Boca, prácticamente todo Boca, terminó acalambrado.
Lo que podría llamarse “el factor Gago”.
El “Factor Gago”, que llegó lesionado a Boca y permaneció lesionado durante la mayor parte del  tiempo que jugó hasta su retiro definitivo (cabe suponer que Madrid fue su última escala, más allá de que esté protegido por el Convenio Colectivo de Trabajo de los futbolistas que obliga a los clubes a renovar el contrato en las mismas condiciones cuando el actor está lesionado; Gago gana en dólares, no lo afecta la inflación anual de nuestro país), Gago, les decía, ha sido una de las pifias más notables que dos conductores con la experiencia de los Mellizos de futuro estadounidense, puedan cometer. De hecho, lo hicieron. Gago fue la primera alternativa (antes que Tévez y antes de Cardona), cuando se vino el fin del mundo.
Uno puede entender la decisión táctica y estratégica de privilegiar la presencia de “glariadores” por encima de generadores de juego.
Guillermo siempre optó por luchadores: Nández-Wilmar y Pablo Pérez, el único que debió salir porque la alternativa era arrastrarse en la cancha.
Pérez jugó lesionado (e infiltrado) las semifinales y las finales. Y no se “rompió” como Gago solo porque tiene mayor fortaleza espiritual y física.
Gago se cortó el tendón (él solo) tres veces. Las tres contra River. Cualquier estudiante de Psicología de 2do año podría dar un festival de explicaciones al respecto.
De otro lado estaba River, que está y lo voy a repetir, tres goles arriba de Boca desde hace un año largo, como mínimo.
Aún cometiendo alguna falla, Armani da la sensación de estar a años luz de Andrada+Rossi.
Jara fue titular en Boca. Algo incomprensible. Montiel juega de lo mismo, pero en otro nivel.
Los centrales (Maidana y Pinola) entregan una tranquilidad inversamente proporcional a los miedos que Magallán le transmite a Izquierdoz.
Casco es, desde el 2011, un lateral izquierdo que parece brasileño; el yorugua Olaza se acalambró antes del final de los 90. Lo sé, no fue el único.
Boca tiene luchadores en el medio. E hicieron lo único que están en condiciones de hacer: luchar. El pase perfecto de Nández a Benedetto en Madrid tiene carácter de inédito y probablemente irrepetible.
River tiene todos jugadores de buen pié. Todos en el medio tienen buen pié. Hasta dejó afuera a uno de los mejores en la final: Quintero. Entró para “romperla”.
Pavón (hablo de rendimientos en los partidos claves de clásicos, incluyendo las finales), estuvo para alcanzarle la pelota a Martínez.
Y Pratto empardò a Benedetto. Gol por gol.
En consecuencia la diferencia entre uno y otro ha sido en éste último tiempo, pongamos año, año y medio, abismal.
La luz de un fósforo fue el empate en la Bombonera. Un espejismo que obligó a jugarse en los escritorios lo que, futbolísticamente, iba camino a convertirse en un dolor que nada podrá consolar.
El triunfo inolvidable de Madrid no borra el bochorno argento de no poder organizar la final en River ni vuelve carmelitas descalzas a Rodolfo “Caverna” D Onofrio ni al Tano Angelici, alias, “si yo no manejo los escritorios, soy cochería”. Larga vida al Circo. Lo ùnico permanente serà el NEGOCIO. Y tambièn, porquè no, la alegrìa (ùnica, porque no hay un mango viejo Gòmez), de los pobres.

martes, 4 de diciembre de 2018

FALTA QUE LE PONGAN "COPA CAUDILLO FRANCISCO FRANCO" Y LA HARÍAN COMPLETITA. Publicado el martes 4 de Diciembre en JORNADA del CHUBUT.

Es negocio redondo para casi todos. Para el Banco, la Ciudad de Madrid, sus políticos, los socios españoles de los integrantes del “mejor equipo de los últimos 50 años”, los que venden la idea de privatización (España está a la cabeza y Tebas es socio estratégico de Macri; lo era en su tiempo de presidente de Boca y los dos han llegado lo suficientemente lejos como para mantener vivos aquellos contactos. Por si hace falta, está Ramón Puerta, embajador argentino y hombre de negocios venido desde la política).
Ni hablar de los que “venden seguridad”. Les bastó no poner las vallas en los lugares adecuados y transmitieron en vivo que la ciudad de Buenos Aires carece de capacidad para frenar a “30 inadaptados”, dependan de Nación (Bullrich) o de Ciudad (Ocampo, el extinto).
Clink caja. Más policías, más armas, más pertrechos. Mucha más guita.
Más seguridad implica además, más circo en el Congreso con leyes que apuntan a que vayas derechito a la cárcel, tengas algo que ver o no. Si es verdad que tiraste piedras, mejor. Sino, nadie se ocupará de desmentir a los medios que son, además, socios en el negocio de la transmisión.
Negoción redondo para todos, menos para los que pagaron la entrada y jamás se les ocurriría tirar un piedrazo. Eso sí, que no pasen cerca Infantino ni Claudio Tapia porque no podrán evitar malos modales.
Los abogados dicen “a confesión de partes, relevo de pruebas”.
"Fueron días duros lo que vivimos el fin de semana anterior. Tenemos que hacer una profunda reflexión sobre el fútbol por parte de todos. Por qué nos permitimos creer que un partido de fútbol es distinto a la vida diaria, por qué toleramos la violencia que día a día no estamos de acuerdo... A mí me parece mucho peor que unos violentos que tiran piedras a un colectivo, los violentos que escupen a otra persona que tienen al lado. Es inaceptable lo que pasó en la confitería de River con las autoridades del fútbol internacional. Es muchísimo más grave que lo que pasó en la calle. Eso denota una degradación. Creo que tiene mucho más que ver eso en la decisión de castigarnos y dejarnos sin final en la Argentina. Influyó mucho más que lo que pasó en la calle. Es mucho más grave. No puede volver a pasar que autoridades internacionales nos digan que no se puede jugar en nuestro país". 
Este textual es del señor Presidente de La Nación, Mauricio “Di Zeo” Macri. Lo hizo ayer, en ocasión de la celebración de la conferencia de prensa en la que transmitió que seguimos siendo el mejor país del mundo y que las mejoras económicas ya llegarán. No habló del próximo semestre por lo cual, solo hay que esperar.
Lo dijo Macri, repito.
Si no creen en la transcripción, pueden buscarlo en you-tube. Allí verán y escucharán que Mauricio dijo –en otras palabras- que fueron los escupitajos sobre Gianni y Claudio Tapia, lo que determinó (ya ese lejano día), que la indicación (la orden) sobre el simpático titular de la Conmebol, Alejandro Dominguez, era jugar en Madrid.
Nunca hubo chances de Doha (lo cual dejó con las ganas a Daniel Angelici, alias, “mis amigos los de Qatar Airways tienen toda la tarasca), ni de Miami ni menos aún de Paraguay.
Sirvió también para que Jorge “Caverna” D Onofrio enviara sus notas dolientes quejándose por perder la localía.
Debió perder los puntos y la Copa, de modo que siempre tuvo claro el presidente de River, que la estaba sacando baratísima.
Pero el acting, que incluyó una bravata a cámara como si le hablara a Angelici, debió tener lugar.
Angelici (el apellido puede reemplazarse por el de Macri), es el responsable de la existencia, crecimiento, funcionamiento y –digámoslo de una buena vez- de la impunidad de la barra brava de Boca.
Del mismo modo que D Onofrio lo es en el caso de River.
Por eso no tiene arreglo la cuestión. Pueden hasta producirse lágrimas de cocodrilo (al estilo de las de Macri en el Colón, solo superadas en su “desopilancia”, por la vicepresidenta Michetti hablando en francés con los Macron y en italiano con Giuseppe Conte y sus acompañantes).
Y la Nave, cada vez con más dinero disponible, irá. Cualquier Valor disponible pierde por goleada frente al Negocio. ¿La Pasión?. La mejor excusa a la que pueda echarse mano. Difícil encontrar que la estupidez humana sea más funcional a la riqueza de unos pocos.