Millones de personas han visto (solo en nuestro país) la
historia (una historia triste, una historia de m… diría el Negro Fontanarrosa)
de Luis Miguel y su padre: ese sujeto que reúne todas las características
(compra todos los números, dirían en el rioba), de un paràsito.
Un sujeto que vive a costa del otro: su padre.
EL TIPO a quièn uno (en tanto hijo) tiene el mandato de
amar.
¿Se puede odiar a quien se debe amar?.
Joder Tìo, dirían los gaitas, a que te vienes con todo el
follón.
Pienso en la historia de Luis Miguel y su padre mientras
sigue en silencio al momento de escribirse estas líneas, Lionel Messi, tras el
fracaso aùn doliente de Rusia 2018.
Para colmo, el Kum la manda a guardar desde donde se le
ocurre y suma un título más para Guardiola y el City y el “Fideo” Di Marìa la
cuelga como el mejor de todos los tiempos para que el PSG sume una copa más.
Todo en menos de 24 horas.
Estamos destinados.
La van a romper en sus equipos y harán apenas lo que les
sale con el seleccionado argentino de fútbol. Es lo que nos toca transitar.
Es lo que les toca transitar.
Sufren (sufrieron en Rusia especialmente, aunque también
en las finales), con la celeste y blanca.
La vida les ofrece todo con CUALQUIER otra camiseta.
Pero quiero volver al tema del mandato.
“Messi con la camiseta argentina es mío, Messi con la
camiseta de Barcelona es de los catalanes, Messi desnudo es de su papà Jorge”.
Me lo dijo Julio Humberto I de Viamonte en alguna de las
pocas charlas (pero fantásticas) que recuerdo con el Ex Vicepresidente del
Mundo.
Extraño al viejo Julio dicho sea de paso.
¿De què podría hablar con Angelici?. ¿De bingos?.
Por edad yo podría calificar como un hijo que vino (como
decían los viejos de antes), de rebote.
Pero más de una vez me tratò como se trata a un
adversario (todos los periodistas somos en algún punto adversarios de los
dirigentes-protagonistas de todos los asuntos).
Eso me hace sentir orgulloso de èsta profesión.
Respetado como un adversario (aunque quiero aclararles,
no me diò el pinet).
Pero dijo eso Julio.
Hablando de Messi.
No usò “desnudo” precisamente. Dijo “en bolas”. “En
bolas, es de su papà Jorge”.
Tremenda definición si uno la piensa un poquito. Messi,
“en bolas” se vuelve casi un objeto.
Un objeto que cotiza en cientos de millones de euros.
Para el papà Jorge y para, por ejemplo, la marca de las
tres tiras que AUSPICIA (entre otros) a Messi y al Seleccionado Argentino de
Fútbol.
Messi gana su sueldo multiplicado varias veces con la
marca.
Pero (y es aquí en donde empieza a jugar la cuestión
capitalista del dinero perenne, con los deseos del futbolista en relación con
el seleccionado argentino), su acuerdo con Adi Dassler (el hermano de Rudolf,
fundador de Puma, la otra marca), INCLUYE la foto con el equipo nacional.
Messi tiene que jugar en la selección.
No es que puede ser convocado o no.
O al revés: no es que Messi puede irse (renunciar) como
amagò después de la Copa América Centenario. No. O sí.
Pero èl, Lionel, pierde una tonelada de dinero.
No la necesita, claro.
Pero su padre no parece dispuesto a perder un solo euro.
Pensemos que casi va en cana Lionel por los manejos de Big George con el fisco
español.
Y también “juega” en el asunto, el interés de la AFA.
Claudio Tapia quiere a Messi adentro. Pero no solo por
las cualidades del jugador. Ya se ha dicho muchas veces que “la selección vale
1 palo SIN Messi y 1 palo y medio CON Messi”. Hablando de partidos amistosos
por ejemplo.
¿Y Messi?.
¿Sigue interesado en jugar para la Argentina?. ¿Fue pura
inercia de Brasil para acà, incluyendo Rusia?. ¿Tiene la libertad necesaria -el
jugador- como para tomar una decisión?
Messi comunica un estado de ánimo cuando viraliza el
momento en el que “marea” a su perro; su club, el Barcelona, comunica a su vez
el rostro en primer plano del rosarino acompañado de los amigos de casi toda la
vida cuando vuelven a los entrenamientos del bleugrana. Se lo ve feliz en ambos
casos. Con el perro, con sus compañeros-amigos, en casa.
Exactamente todo lo que no puede vivir cuando cumple con
los contratos y con el Mandato paterno.
Por eso sigue siendo una incógnita el futuro del 10 en el
equipo. Muy por encima de si será Pochettino o el Cholo o el candidato de
Macri, Almiròn, el futuro DT.
Si no sigue es que Lionel ha decidido que su padre ya no
manda, que ha sido suficiente. En español, para irse del equipo primero debe
mandar al papá “a tomar por culo”. No será fácil aunque puede ser liberador.