lunes, 26 de febrero de 2018

¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿CUÁNTO GANA MARCELO "FUCKING-NAPOLEÓN" GALLARDO?????!!!!!!!!!

Hay que remontarse a los 90 (cualquier coincidencia entre “macrismo y menemismo” es eso: mera coincidencia), para encontrarse con un accionar censurable y escandaloso como el que protagonizan las primeras figuras de River, incluyendo a ídolos como Enzo Francéscoli.

Solo que hoy, el asunto no parece escandalizar a nadie.

En aquel momento asistíamos al reinado de un representante de futbolistas que parecía tener la llave de ingreso y salida de CARP: Gustavo Mascardi. Una suerte de portero de luxe que River (su dirigencia) tenía siempre a mano. Todo pasaba por Mascardi. Con el beneplácito de Alfredo Davicce and Comisión Directiva.

Era vox pópuli que la llegada implicaba pagar una comisión extra al representante. 
Era lo “normal”, hasta que José Luis Félix Chilavert se negó a pagar y gritó por radio que habían intentado (Mascardi y Davicce) sacarle “un palo verde” del bolsillo.

Un palo verde pagadero durante el contrato.

Recordemos los 90 bien entrados. Vélez campeón del mundo de la mano de Bianchi, Chila figura, Gamez intentando superar a River incluso en salarios (para que se hagan una idea: Chila ganaba al año más que Gallardo. Dos millones contra 1 millón 800 mil, de sueldo anual, además de los premios).
Pero, hete aquí que Davicce era dirigente de River y Mascardi no. Es decir, eran mundos (dirigentes y representantes) que convivían, pero en estadíos separados.

Francéscoli acaba de borrar esa delgada línea roja. 

Francéscoli tiene un cargo rentado en River. Es Manager Deportivo de la Secretaría Técnica de Fútbol Profesional del Club.

A Junio del 2016 (no dispongo del dato si las cifras han sufrido ajuste según la inflación de Macri o del Indec de Willy Moreno al momento de escribirse éstas líneas), la HCD (honorable comisión directiva), le aprobó un sueldo de 367.650,oo pesos brutos por mes.

Y –algo que no había ocurrido jamás en los más de cien años de historia del Club- autorizó un pago retroactivo por (y cito textual del acta) “…reconocimientos por logros obtenidos en el año 2014: U$S 588.235 brutos pagaderos en pesos (tipo de cambio vendedor BNA) en forma a convenir)…”
Y repite la cifra año por año.

588.235 dólares brutos al año entre 2014 y 2018. Esta cifra que se mantiene en dólares a salvo (más o menos) de la inflación es aparte del sueldo mensual por su cargo de Mánager. El sueldo es en pesos.
¿Y dónde está el problema?, podría usted preguntarse. Enzo va a discernir qué es lo mejor para el Club. Pocos saben tanto como él para asesorar a Gallardo, podría usted tranquilamente razonar.
Y yo, hasta ahí, quizá coincidiría con Ud. 

Pero Francéscoli es socio de Francisco Paco Casal, que compra y vende derechos de TV y representa a futbolistas.

Y Paco, le reitero el dato, es el dueño de los 998.000 euros que le descubrieron a un vocal de River: el tal Díaz Guilligan. Que sigue siendo vocal. Ya no es funcionario de Presidencia de Macri, pero vocal, sí.
Al menos, ésto es lo primero que le salió a Valentín (Díaz Guilligan) cuando el diario El País de España, buscando otras cosas, le "dió la cana". "Esa tarasca es de Paco", dijo Valentín.

Paco (el “afuera), Enzo (de ambos lados del mostrador) y Guilligan`s aisland, la “pata” dirigencial.

La pregunta, por ahora sin respuesta, es cómo ha hecho Enzo en éstos años para defender  intereses contradictorios: el del Club que compra y el de Paco (Grupo Casal), que vende?.

Tiene que estar gastando en terapia una enorme cantidad de dinero, intuyo, el adorado Enzo.

Cuando defiende los intereses de River, va contra los de Paco (su socio y amigo de 20 años). 
Por el contrario,  cuando festeja con Paco, es que River hizo un negocio en el cual es difícil imaginar una ganancia para el Club.

Éste columnista tiene serios temores por la salud de “El Príncipe”. 
Ojála-dios-quiera, como decía Julio Humberto I de Viamonte no termine demediado como el caballero de la inolvidable novela de Italo Calvino, que solía recorrer éste valle de lágrimas partido en dos como un hachazo en carne viva.

Y con respecto a la pregunta que da origen al título de ésta columnata, alguien me dice que la cifra (de seis ceros y siete dígitos), seré puesta a consideración de los socios del Club el próximo domingo, en ocasión de la vuelta de Fútbol al Horno, el envío que comanda el Flaco Azzaro por Canal 26 entre la 1 y las 3 de la tarde.

Que la vida les ría y cante.


lunes, 19 de febrero de 2018

PROMISCUOS. (Publicado en la edición de papel de JORNADA Del Chubut el 20 de Febrero de 2018).

Los clubes de fútbol de 1ra división en la Argentina son, en su inmensa mayoría, sociedades civiles sin fines de lucro. Sus directivos tienen obligación de informar a sus socios sobre sus actos.
Obvio que la “comunicación” oficial es un cuento de hadas. Lo normal, por ejemplo, es “dibujar” los Balances. 
Es particularmente fantástico uno de los que presentó –y aprobó- la Comisión Directiva de Angelici en el cual el equipo llegaba hasta las finales de la Copa Libertadores. Entonces los "dibujantes" sumaban –pongan por ejemplo- 1 millón 500 mil dólares por ganar la semifinal con lo cual los números finales eran sencillamente...perfectos! 
El asunto (no menor) es que ese año, Boca no se clasificó para la Copa. 
Les juro por mi Vieja Elena que no es una joda.

Aparece en el universo fútbol, un Vocal de la Comisión 
Directiva de River llamado Valentín Díaz Gilligan (auto-
eyectado a la hora de publicarse èstas líneas en el blog). 
Es (era) además, funcionario público. Segundo en jerarquía 
en la Secretaría General de la Presidencia de Fernando de 
Andreis.
Él, Fernando (para seguir el “modo Pro” de llamarlos por los nombres de pila, como si fueran uno de nuestros vecinos), lo pone a Valentín en River.
Valentín, revela El País de España, tiene una cuenta bancaria en un paraíso fiscal (Andorra) con 998.000 euros.
Entonces Valentín sale a “aclarar” el asunto y sin despeinarse dice (lo traduzco al argento de cancha): “la tarasca no es mía; yo solo le he prestado el nombre a Francisco Paco Casal porque anda con algunos problemitas con el fisco uruguayo y no puede justificar la guita”.
Paco Casal es socio del Tano Gutiérrez en una empresa que trafica futbolistas desde hace 20 años y desde hace casi una década han hecho pié en los derechos de Televisión. En Miami por ejemplo.
Son dueños Paco y el Tano, de Gol TV entre otras empresas. 
Ahora bien: hay un tercer socio. Es nada más ni nada menos que Enzo “El Príncipe” Francéscoli, quién forma parte de la Comisión Directiva de River (junto con Valentín Díaz Gilligan) y cuya función es comprar-vender-contratar futbolistas y entrenadores en el Club.

¿Me siguen?. 
Paco Casal, el dueño de la tarasca a quien Díaz Guilligan le sirvió como testaferro (es decir, presta nombre), es socio de Francéscoli. Y ambos (Paco y Enzo), fueron los “inventores”/ representantes de Marcelo “el muñeco” “Napoléon” Gallardo, el DT que debió irse a tiempo.
Marcos Peña, segundo de Macri, se sube al conflicto y dice que necesita “pruebas” para echar del gobierno a Díaz Guilligan y de inmediato plantea (junto con el mismo Valentín y repitentes), que “no son fondos públicos”.
No. Claramente.
Son de Paco. 
Un “privado”. 
El tema es que el “privado” decide sobre los dineros de River del que Díaz Guilligan es directivo. 
Entonces…¿ni siquiera hay que explicarle a los socios-ciudadanos de River sobre esos montos?. 
River, aunque todo el mundo se ría en la cara de los hinchas, sigue siendo una sociedad civil sin fines de lucro. Aún cuando la “troika” uruguaya la haga funcionar como una S.A, el sueño de Macri Presidente, por otro lado.
Si River vuelve a los triunfos, el tema será archivado rápidamente; si aparece algún Baliño salvador, se hablará de otras cuestiones. Pero si sobreviene la crisis (derrota con Boca ahora el 14 de marzo en Mendoza, o quedar afuera de la Copa Libertadores en primera ronda), más de una cabeza puede rodar. 
La de “Napoleón” en primera instancia.

Las hinchadas han empezado a insultar a Macri. Por los arbitrajes (¿o por todas las cosas?). 
El asunto es que, aunque los tipos pongan cara de piedra, las personas tendemos a darnos cuenta de las relaciones promiscuas: Tapia/Angelici; Angelici/los Servicios (con Gustavo Arribas, capo de los “services” ex testaferro de Macri en la época de la presidencia de Boca); Angelici/Tribunal de Disciplina de AFA y Tribunales de todo tipo. 
Hasta Carrió los acusa (a Angelici y al ministro de Justicia Garavano) de “encubrir a los encubridores” (vean por favor El Cohete a la Luna). 
O sea…¡se nota mucho! como dice Horacio Pagani en los separadores de Bendita.

Y pensar que si la pelota pega en el palo y entra todo pasará. 
Julio Humberto I de Viamonte, Dios lo tenga en su Santa Gloria.

martes, 13 de febrero de 2018

CARLITOS (SU CABEZA) SE FUE DEL SELECCIONADO EN 2011; FUIMOS A VER A PRATTO Y NOS DESLUMBRO LODICO.

Carlos Tévez fue uno de los futbolistas más importantes del fútbol argentino y llegó a constituirse como referente de su equipo en estilos de juego tan diversos como Italia, Brasil o la mismísma Premier League.
No solo referente sino ídolo en idiosincrasias tan diversas como las mencionadas. Debe haber muy pocas coincidencias entre la cotidianeidad de Río de Janeiro con Manchester, en el Reino Unido. Y ese paisaje poco y nada tiene que ver con la Boca. O la poderosa Turín.
Carlitos, la rompió donde se presentó.
Pero hace tiempo que Carlos Tévez está en “piloto automático”. Lo arrastra su propio talento inercial y el trauma-duelo que implica dejar la actividad.
La “droga” de ser un ícono-ídolo de Boca (pongamos Boca), puede generarte una dependencia de la cual es difícil y para muchos, imposible salir.
En el seleccionado argentino, Carlitos dio las hurras en la Copa América que organizó nuestro país en pleno Kirchnerismo cuando el equipo fue eliminado por penales contra Uruguay, allá por el 2011. Él marró su penal, como contra Ayala la otra tarde noche en la Bombonera.
Ya en ese momento estaba saturado. Dijo que la idea de dejar el fútbol profesional estaba dando vueltas por su cabeza.
Y dejó la selección.
Habló con las autoridades (entrenadores, Julio Humberto I de Viamonte) para avisar que, sin ruido, quería recluirse.
Entonces (post Copa América de Argentina), no fue convocado e hizo ruido, ya, para aquellos que son el “entorno” de Messi cuando se vino encima Brasil 2014.
Carlitos se sentía –y se siente- más afuera que adentro del fútbol. Solo que no puede admitirlo aún. Cuando partió a China (a cambio de 40 millones de dólares por dos años de contrato), habló del alivio por alejarse de la presión subdesarrollada del fútbol argentino al que volvió para darle el único título en serio a Daniel Angelici. Muchísimo dinero a cambio de muy pocos “palmarés”. Casi seis millones de euros para salir de la Juve y llegar a Boca y unos seis millones de dólares, ahora, para alejarse de China.
Él aún no lo sabe (o no lo puede admitir), pero está desandando un camino sin ganas. Obligado además a sobreactuar algunas cuestiones. Se mostró en la transmisión televisiva haciendo una arenga. Tuvo la misma confianza que al momento de ejecutar el penal.
Puede que el talento –y las ganas- le alcancen para competir todo éste año. Pero para ir a Rusia –y ganar el Mundial- su talento y sus ganas, no resultan suficientes. No hay lugar para Tévez en el equipo. La “quinta” de Lío está integrada por sus compañeros y amigos que sufrieron tanto como él. No es el caso de Carlitos. Probablemente Sampaoli terminó de convencerse en la noche contra el Gasolero.
Por otro lado Gallardo.
El Muñeco hizo en poco tiempo lo suficiente como para que en el inconsciente colectivo “gallina” lo colocara entre los ídolos máximos que fueron capaces de estremecerlo como jugador y como técnico.
Cuando el “var” y la Gran Demostración Futbolística de Lanús lo dejaron desnudo en la Copa Libertores, debió decir adiós. Pero no lo hizo. Y se equivocó.
A lo sumo, puede empatarse a sí mismo. Cometió una larguísima serie de errores con la elección de los arqueros del Club y ahora (responsabilidad compartida con la “troika” uruguaya que decide las contrataciones en River; Francéscoli es la cara más famosa del grupo), se asoma una pifia con Pratto.
No es que Pratto haya perdido sus aptitudes. No. Ocurre que una cosa es una gran individualidad y otra el funcionamiento de esa individualidad ensamblada en un equipo. Quizá el tiempo que le lleve la adaptación sea suficiente para a) quedar afuera de la Superliga, b) perder la Supercopa (¡con Boca!), en Mendoza y c) olvidar rápidamente ésta edición de Copa Libertadores. Fuimos a ver a Pratto y nos deslumbro…Lodico, un chiquilín con un par de partidos en Primera.


¿Mucho escepticismo? Puede ser pero… la verdad que viendo la hechura futbolística del equipo no da para intuir una luz al final del camino que apenas comienza.

martes, 6 de febrero de 2018

PIEDAD PARA CON LA BUENA FE. (Publicado en el Diario Jornada, del CHUBUT)

Quiero partir de un acuerdo con ustedes los que leen: que los árbitros del fútbol argentino se equivocan porque son humanos, no porque sean corruptos o caigan en actos de corrupción. Si algún lector está convencido de lo contrario o abona un mito a partir de conocer de primera mano alguna triquiñuela, pues, está invitado a exponerlo a las autoridades (y compartirlo con nosotros, claro).
Julio Humberto I de Viamonte, el que ríe desde la eternidad, el Co-Conspirador 1, el jefe de Alejandro “El Buche” Burzaco, el que comparte eternas mesas con todos los jefes de las familias neoyorquinas inmortalizadas por Hollywood, lidiaba con los mitos de corrupción dándoles vacaciones para siempre a los señalados.
Fueran culpables o inocentes. A tomar por culo con ellos!, dirían los gaitas.
Julio se guiaba por datos, pero especialmente por instinto y aplicaba lo que todos conocemos como “muñeca política”. Hubiera calmado a Matías Lammens sacando dos o tres fechas al cuestionado Silvio Trucco o derecho viejo ordenando que Trucco no vuelva a dirigir al Ciclón hasta el final del campeonato.
Uno puede tolerar que los jueces se equivoquen en contra del más grande; más, ésta columnata exige que, de meter la pata, lo hagan contra el más poderoso, porque a favor…¡cualquiera!
El gol de Carlitos Tévez debió ser anulado.
Hernán Maidana, el Juez de Línea de ese lado en ese momento, está para ser “fino” en esa jugada.
Desde su posición, NADA se interpone entre su mirada (que acompaña en el ritmo al ejecutante del centro), y la pierna, cabeza, hombro, medio cuerpo de Carlos Tévez. El tipo tiene la vista clavada allá (en el área), no acá, en quién tira el centro. Y, les garanto, se escucha perfecto el golpe del pié a la pelota. Hasta haciendo campo de juego se escucha (con Macaya y Araujo desempeñé esa función durante más de diez años). “Tac”, se oye. “Tac” seco. Aunque vociferen 50 mil “guasos” (personas, en cordobés).
Era off-side clarito. Tiro indirecto para Casla. Fue gol de Boca. Joder…
La expulsión de Rojas (tras el choque con Barrios) no era ni siquiera amarilla.
Y el no penal no cobrado a Emanuel Mas, “el volador sanjuanino”, fue apenas la expresión de un sentimiento de culpa.
Fuera de los errores que condicionaron el resultado, Boca dejó mucho que desear en relación a sacar ventajas de los espacios a partir de la superioridad numérica.
Suele ocurrir que los que quedan con menos hombres, todos, se multiplican en el esfuerzo y no se nota la diferencia entre los de 11 y los de 9, como terminó el domingo.
En el Bajo Flores ocurrió lo contrario. Boca se multiplicó en sus esfuerzos individuales y terminó, con su barullo, siendo funcional a los Forzosos de Almagro.
Me gustaría mezclar los tantos en éste texto mencionando al chiquilín Lautaro Martínez. Quienes lo vieron jugar, cuentan que el Nene José Francisco Sanfilippo sacaba latigazos desde cualquier posición prescindiendo de la presencia de los defensores y de su propio perfil.
El DT del seleccionado argentino estaba allí sin necesidad de la parafernalia versera de la tecno para verlo.
Pinta, el chiquilín, para ser el tipo que salte del banco en Rusia, tan libre de culpas como chamuscados y sin peso estarán Lio y compañía.
Vaya el pedido de la columnata para que el pibe de Racing sea el primer cambio para con cualquiera de los cuatro que serán fantásticos: Lio, Kum, Pipita y Fideo. Queda por escrito.
Por último, parrafete luego de la aparición pública del tal Bebote Álvarez, ex matón en jefe de la barra de Independiente, actual “sopre” aspirante a prostituta cara con capacidad para extorsionar al jefe del Clan de Camioneros, Hugo Moyano. Felíz se lo vió recitando su guión escrito por Durán Barba. Veremos como sale(n) todos del asunto. ¿Imaginan la protección con la que cuenta Daniel Angelici?.
Y ahora sí, detalle final: los muchachos de Tribuna Caliente (que volvió al aire por Canal 9, lo cual es para celebrar), se perdieron la posibilidad de preguntarle a Claudio Chiqui Tapia cual será su reacción si Macri, finalmente, logra poner a su suegro, el presidente del Cai, tras las rejas.
Show siempre, pero un “touch” de compromiso (para con los lectores/escuchas/televidentes), nunca viene mal. Buena semana.