lunes, 2 de abril de 2018

TODOS EN CONTRA: ESCENARIO INMEJORABLE. EL ÚNICO INCONVENIENTE SERIO ES QUE MESSI CARECE DE INTERLOCUTOR QUE MEREZCA SU RESPETO (Y POR TANTO), SU OÍDO. Publicado el martes 3 de Abril en el Diario JORNADA del Chubut.

Mora en las redes anti sociales, una runfla de fracasados, malolientes, evasores impositivos, perdedores, cobardes, especuladores, malos bichos, ignorantes, tenedores de guita en negro, coimeros/coimeados, gente de doble moral, titulares de cuentas off-shore, estafadores, comunicadores, servicios de inteligencia, extorsionadores, vendedores de secretos personales, divulgadores de pescado podrido, chupa cirios, come hostias, fascistas, madres abandónicas, padres que no pagan la cuota alimentaria, conspicuos miembros de barras bravas, barras ignotos, políticos and demáis, que se frotan las manos intuyendo un nuevo fracaso de Messi y Cía en Rusia.
Disfrutan de la sangre derramada (siempre ajena claro).
Si en la tele lenguaraces Pro le echan la culpa a CFK y a Grondona del 6 a 1 con España de un lado de la grieta, del otro sueñan con que Macri sea el rostro de la Gran Derrota en Moscú.
Quieren 6 7 8, cientos de miles frustraditos en Rusia que entonen el "hit" del verano: MMLPQTP.
Allá ellos.
Sus fauces se relamen ante la orgásmica posibilidad de que el grupo ratifique el TRAUMA trabajado y conseguido concienzudamente a lo largo de tres finales perdidas en modo consecutivo.
Se relamen las fieras.
Lo saben Messi y la mesa chica. 
Agüero, Higuain, Di María, Mascherano, Romero, Biglia, Mercado, Otamendi, el Pocho Lavezi (que “liga” hasta sin formar parte de los convocados hasta ahora) y el invitado con voz y escaso voto, George Sampaoli, alias, "soy un rockanrolla, man".
Ellos, la Mesa Chica, están solos en esto. 
Solos de absoluta soledad. 
Como un 0, solos.
Aturdidos, marginados, resistiendo…solos (gracias Polaco Goyeneche).
Los que acompañan, se van a correr amablemente cuando el cadalso asome si se pierde otra final. Ni hablar si la derrota se produce antes.
La “receta” es una paradoja, hija o consecuencia de una gran ausencia: la de un interlocutor válido, con autoridad, que emane respeto a los oídos de la Mesa Chica y del seleccionado.
Julio cometió el error de morirse. 
Lo sabe en carne propia el Ársenal de Sarandí.
Dice Humbertito Grondona que Lio Messi lloró al lado del féretro de Julio. 
Si esto es verdad (y no solo el modo como recuerda ese duro momento el entrenador), junto con Viejo Líder, se fue el único con voz suficiente para ser escuchado –y obedecido- por éstos muchachos, acaso, jóvenes en exceso aún para el mismísimo Julio Humberto I de Viamonte.
Los que quedaron no están a la altura de la exigencia. ¿De qué podrían hablar Messi y Tinelli, por ejemplo? (pomposamente imaginado como encargado de selecciones nacionales para ser eyectado un tiempo después).
¿Se imaginan a Chiqui Tapia ordenando algo a Messi?.
¿Y Angelici?. La barra brava de Boca puede entrar como pancho por su casa en Casa Amarilla y “poner orden” al grupete de los Macana s Brothers. 
Messi, en cambio, puede mirar hasta con nostalgia de lo que no pudo vivir por su condición de catalán nacido en Rosario. 
La adrenalina de los “bravos”.
Tevez come asados y se saca foto con los futuros integrantes de la barra que serán elevados a juicio oral y público.
¿De fútbol con quién hablar?. 
Con Guardiola quizá. 
¿Con Menotti?. ¿Con Bilardo?. ¿Con Ruggeri?. 
Ya lo conoció en la época de “conducción” de Maradona.
No confía Messi en nadie.
En esa radicalización del aislamiento con familia y amigos como única referencia a la Patria, quizá aparezca la luz al final del túnel.
Son ellos, sus amigos y su familia.
Todos los demás SOMOS DE PALO. 
Y una inmensa mayoría, los está esperando con un bate para aniquilarlos en el gran traslado de las frustraciones propias.
A España le llevó 14 años de entrenar este modo de jugar para ejecutarlo. 
A los alemanes también. 
Los holandeses, inventores del asunto en la década del 70, llevan casi medio siglo de tiki-tiki.
Sampaoli no podrá implementarlo después de media docena de entrenamientos.
Messi lo sabe. 
Lo ha aprehendido en estos años “argentos”.
Messi sabe también que el fútbol es lógico. A la larga, el fútbol es lógico. Si Argentina (aún con él y los titulares de siempre) enfrentara a los españoles, pongamos, diez partidos seguidos, ellos ganarían 9. 
Y la mayoría por goleada. 
Pero Messi sabe que el décimo puede ser en cuartos de final en Moscú. Y que tendrá la posibilidad de cambiar la historia.
Pero nada ni nadie acudirá en ayuda de la Mesa Chica.
O salen ellos o salen ellos.
Todos los demás estamos en el púlpito para señalar.
Passarella nos llamaba “Los Invictos”. 
No le faltaba razón al Kaiser Daniel Alberto, uno de los que pasó de la Gloria a Devoto.
Falta menos y quién esto firma sigue pensando que si no han sido muertos a esta altura de la soiree, están lo suficientemente fortalecidos como para salir campeones.
Eso sí, ¡qué bien vendría el fucking celular de Charles Lucky la recalcada concha de la lora!
Au voir.