miércoles, 27 de noviembre de 2019

ROMÁN SE TRANSFORMA EN RUBIO, ALTO, DE OJOS AZULES Y ¡KIRCHNERISTA! PARA SER DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE EL “ENTERRADOR” DE MACRI EN BOCA, LA CAPITAL DE CHETOSLOVAQUIA.


El tipo, magistralmente, los hizo “entrar” a todos.
Solo un par de sus amigos –aquellos que han superado todas las pruebas de fidelidad- sabían de su jugada.
Y esperaron para estallar apenas unos instantes después del anuncio: “voy con Ameal. Angelici y Beraldi pueden encaminarse, como quien no quiere la cosa, a la mismísima mierda”.
Para ser intelectualmente honesto, debería decir “nos” en lugar de “los”, aunque yo no juegue en la elección interna del 8 de Diciembre que se viene, salvo como mero observador.
El asunto está relacionado con que a esta altura de la “soirée”, todos tenemos un juicio previo con relación al 10 y sus circunstancias.
Todos tenemos un pre-juicio.
Más si alguna vez asistimos, en tanto buscadores de data cierta, a la virulenta forma en que “Ojitos” Bolotnikov y Boca discutieron por el dinero, la tarasca, la viyuya de Riquelme.
El 10 es de Boca, claro.
Pero nunca resignó un puto dólar/euro porque sabe que en la distribuyeta de la tarasquen de estos tiempos violentos se acepta que como lo más normal del mundo que 37 de cada 100 argentos se caguen de hambre aunque Gallardo, el que discute con su almohada acerca del futuro inmediato, se lleve 7 millones de la moneda norteamericana, cotice a 9 en el final K tan lejano ya, ó a 70 mangos en el comienzo Alberto (¿K?) inminente.
“A mí que me importa lo que gane el Muñeco mientras salga campeón” dice con toda certeza cualquier desarrapado de extra muros "larretianos" que no tiene cloacas, pero está colgado de la luz.
Exacto a cuando Román y Macri por otros medios como han sido todos los que le siguieron con algún matiz mínimo en la época de la “verdadera oposición” a la que alude Ameal,  discutían por la tarasquen.
Román dispuso en su momento (como ahora en tanto aspirante a Enterrador M), de toda la parafernalia de Medios para comunicar, algo que hace tan bien como cuando jugaba para Boca.
Solo el Show del Fútbol un domingo a la noche en América puso a disposición de las audiencias la cifra exacta para que el mismísimo Riquelme se tomara la molestia de llamar para reclamar que ese dato (más de 4.000.000 de dólares por el contrato), lo ponían en peligro a él y a su familia.
A partir del lunes, C5N también habló del tema.
Eran dos de mis laburos hace casi diez años.
Esta vez también hubo negociación por guita. Y guita de la grande. No de los 160 suelditos que hacen falta (a 62.000 pesines promedio del INDEC) para comprar un bulo de 50 metros cuadrados.
Hablamos de gruesos billetes. No de monedas.
Angelici, el Tanosinsuerte, entró como un caballo. Beraldi también, pero dos terceras partes más modesto.
Mientras el camionero sin luces sumó a la oferta final un miserable palo verde al año, Angelici fue sintiendo que le corrían el arco cada vez que hablaba (y grababa) a Bolotnikov y al hermano de Riquelme, el otro enviado para negociar.
Primero seis. Después 7. Después 5 en la mano y 5 durante el mandato hasta concluir en 12.000.000 de dólares.
Más el fútbol. Más las decisiones. Más la Gerencia.
La llave del Club. 
La misma que obtuvo el 10 con Ameal-Pergolini aunque en éste caso nunca trascendieron los números manejados. No solo los periodistas del Team Angel-Easy se encargaron de hacer saber las cifrar. También los amigos del entorno de Román.
Allí debí darme cuenta de que JAMÁS iba a acordar con el Angelicismo/Macrismo. Que los iba a dejar resentidos y comiéndose el amague, apenas con una conferencia de prensa para amenazar: “si digo lo que pidió, deja de ser ídolo”. 
Pobre Tano…
En todo caso, la guita de Román con Ameal-Pergolini es a futuro. Si algo le sobra al 10, es tiempo. Siempre y cuando vengan a votar esos 40 o 50 mil guasos como para que Angelici y todo el aparato macrista no se los lleven puestos. Si hubiera mesas en París ponele la firma que el candidato macrista ganaría con el 100% de los votos (como pasó en ese 40,28 por ciento final de los M).
Pero se vota en el Club para orgasmo permanente de ese raquítico techo del 32% que ve como Larreta ahora o Carrió (Dios nos libre!) la vez pasada, se quedaban con el 55% de los votos porteños.
Se vuelven locos con que “Román, igual que Cristina, habrá de embocar a Macri”.
Román no es K, pero andá a explicárselo a los K. Los tipos ni siquiera pueden advertir que la malaria seguirá entre nosotros por un largo largo tiempo.
La esperanza, se sabe, es lo último que se pierde.
El asunto es que más allá de los K, los anti-K, el macrismo y la jubilación de  Carrió, Boca, la CAPITAL de Chetoslovaquia puede caer en manos de –vade retro- Juan Román como ladero de Ameal y de Pergo.
Macri se va del poder repartiendo inflación y guita hasta último momento para sus amigos/empresas, acaso especialmente dolido por la caída del bastión ideológico en que supo convertir al CABJ.
Tal vez el Tío Niembro (su inventor y al que le pagaron tan mal los garcas del Pro), le ayude a recordar en las horas que viene, la máxima del gran Julio Humberto I de Viamonte: “TODO PASA”. 
Mientras, inexorablemente marcha el 2019 con total pena y un joraca de gloria.
A pesar de todxs, hemos vuelto a escribir. 
Aquí seguimos. Como decía el poeta: "ni irse, ni quedarse, resistir".