domingo, 30 de junio de 2019

BELLEZA ES GANAR, ¡Papà! Columnata en video publicada hoy en Fùtbol al Horno, por Canal 26.

martes, 25 de junio de 2019

Buscando (y encontrando) al Seleccionado en el fondo del Mar.

EL CHIQUI CONSTRUYE EL UTÒPICO POST-GRONDONISMO MIENTRAS LOS CHIMENTEROS GRAZNAN COMO MARICONES (de "mantequitas, no de trolxs, cada cual con su culo un florero, che).

Resulta difícil imaginar un dirigente con “muñeca” que se acerque a Julio
Humberto Grondona en capacidad para la “rosca política” y para el manejo
de los tiempos.

Tiempos políticos especialmente, y económicos, casi en el mismo lugar de
importancia.
Julio Humberto I de Viamonte, es uno de los pocos que logró salirse con la
suya.
Cuando parecía que podían dar con él, partió hacia la eternidad y burló a
todos, incluso a los yanquis del FBI que están en capacidad de “cargarse” al
mundo entero.
La edad al momento de partir, le hubiera significado quedarse en casa, en su
casa, aunque las pruebas en su contra fueran abrumadoras.
Pero se fue para –como decimos siempre- reírse desde la eternidad,
eternamente.

Claudio Tapia es un apellido relativamente nuevo para el mundo del fútbol,
especialmente para el mundo de la élite futbolística mundial.
Es difícil, dado el contexto, que Chiqui pueda acceder a puestos importantes
como el que supo detentar Julio (2 en la Finanzas de la Fifa, el que manejaba
la caja); cuando hablo de “contexto” hablo de resultados.
Tapia, para tener más poder en Fifa, necesitaría ganar dos mundiales y ser sub-campeón en
otros dos, más todos los juveniles y JJOO (como le sucedió a Grondona); por
ahora el seleccionado argentino sufre más de lo que disfruta en todo lo que
juega.

Pero, y he aquí lo interesante de Tapia, está llevando adelante una
dolorosísima transición que está dejando el tendal. Pero que resulta tan imprescindible como inexorable.

Para esto, que llamaremos “el trabajo sucio”, llamó a Scaloni.

Entre otras cosas porque supo advertir que no podía contar con
entrenadores consagrados que pudieran concluir con el proceso que
comenzó con la irrupción de Messi allá lejos y hace tiempo en Alemania
2006.
Ninguno se animó, ni los que hacen roncha en Europa, a concluir la historia
de Lionel M. en el equipo.

El Chiqui lo supo y actuó en consecuencia.

Sabedor de la necesidad de acompañar y contener a Messi hasta que Messi…se vaya
solo. Ojalá con un título con la Mayor.

Olvidaré deliberadamente toda la cuestión de Messi-juvenil con Argentina y
haré referencia a la larga-larga década de más de diez años que tiene a Lionel
Messi como referencia casi absoluta del equipo.
Con decirles que en transnochadas comilonas bien regadas por amigos
decadentes del decadente Basile, sigue quejándose el achacado DT
de haber sufrido “una cama” por parte de Messi y Agüero como cabezas del
“golpe” que lo echó del seleccionado.

Acàpite de servicio: Coco, no mandes màs audios. Pasaste de macho argentino a viejo choto en 10 audios del que se rien las veteranas, los trolxs y diversos frics en los programas de la tarde-noche. Los ponen el alta voz.

Han pasado más de diez años. Y Messi y sus circunstancias, continúan entre
nosotros.

Pero Tapia introdujo el “factor Scaloni”, el hacedor del “trabajo sucio”.
El que habrá de cargarse a la “mesa chica”, a “los amigos de Messi”. A la vista
de todos, en el país más ganador de la historia del fútbol, en ésta Copa
América 2019.

Para quien esto escribe, Messi no llega al mundial de Qatar. No porque no
esté en condiciones físicas o futbolísticas de jugarlo. No.
Simplemente, tengo la impresión de que se baja antes de la competencia.
¿Cuándo? Solo él lo sabe. Pero habría que prestarle atención cuando declara
de sus inseguridades respecto del fututo con la celeste y blanca. Es por
escuchar a Messi declarando, que hago esta especulación.

Si el operativo “dulce adiós al genial 10” se produjese con una salida
anticipada de la Copa Brasil 2019, la contribución de Scaloni habría sido ya un
éxito.
No habría modo de convencer a nadie de que han sido Messi y su propia
mente los responsables de no haber convertido un gol en las finales que jugó
ni brillar en los partidos decisivos. Con la camiseta del seleccionado claro.

Nadie lo lamentaría. Ni por Lionel 10, ni por Lionel DT.

Si el operativo “dulce adiós al genial 10” incluyera una utópica (pero posible,
recuerden que esto es fútbol), obtención de la Copa América, quizá haría
realidad la broma que compartió con todos en la conferencia de prensa a
horas del fallido debut con Colombia: “gano esta copa y me retiro” dijo
Scaloni.

Quizá Claudio Tapia terminaría con esta etapa del ganador con una enorme
placa de reconocimiento por los servicios prestados.

Y nadie pediría por él. ¿O sí?. Difícil que el chancho vuele.

Tapia sabe lo que hace, aunque muchos sigan riéndose de él por su
procedencia. Se está poniendo al hombre la transición más difícil de los
últimos 40 años del fútbol.

Está haciendo el “post-grondonismo”, ni más ni menos. Una pavadita, como quièn dice.

Mientras todas las "vacas gordas de Recoleta" (comunicadores de toda laya y pelaje; hasta opinan los fricks y trolxs de los programas chimenteros) semejan loros barranqueros, Tapia va.

Necesita un "guiño" futbolero de esos que se dan de vez en cuando.

Solo eso.